En noviembre de 2016 Donald Trump se convirtió en el 45º presidente de EEUU después de que casi 63 millones de personas le diesen su voto.
Fue una victoria tan inesperada como meritoria puesto que, hasta el día de las elecciones, su gran rival, Hillary Clinton, lideraba todas las encuestas.
Trump se presentaba como un magnate de la comunicación que había hecho su fortuna participando en varias industrias y, pronto, su estilo y su discurso incendiario, le hicieron ganarse la antipatía de medio mundo. Pero los resultados del republicano están ahí y algo tuvo que hacer bien para conseguirlo.
En el post de hoy vamos a analizar juntos cuáles fueron las características de su discurso que le llevaron a granjearse la confianza de medio país.
Aprendiendo de Donald Trump
Antes de empezar, puede que hayas oído que Donald Trump es un personaje chulo, prepotente, irrespetuoso, arrogante, soberbio, chabacano, maleducado, insolente, descarado y sinvergüenza. Puede incluso que lo pienses. Hay algunos que incluso aseguran que Trump se comunica al mismo nivel que un niño de 8 años.
No seré yo quien diga lo contrario. Pero fijarte en eso no te va a ayudar a ser un mejor ponente.
En cambio, si abres la mente y te permites observar más allá de las ideologías y las simpatías, puede que encuentres alguna idea que ayude a mejorar tu oratoria.
La retórica del presidente de EEUU
Aquí te dejo las 5 características que suelen definir a los discursos de Donald Trump y que le permiten conectar con su público.
1. Suena natural
Uno de los cumplidos que se le puede hacer a un orador es decirle que suena natural. Cuando hablas en público en un escenario o te pones enfrente de tus colegas de trabajo, tu mente suele convertirte en alguien distinto, alguien que quiere aparentar profesionalidad y eso, algunas veces, va en tu detrimento.
Cuando ves a Trump con traje y corbata en una rueda de prensa, en una conferencia, o en el discurso inaugural de su mandato, no puedes evitar tener la impresión de que hablaría igual tomándose una coca cola en el bar de enfrente o en la reunión del colegio de sus hijos. Trump es Trump y no va a cambiar independientemente de los ojos que le miren.
¿Qué hace para sonar natural?
Como mínimo tres cosas.
A- No guarda las apariencias, no es políticamente correcto, no le preocupa el qué dirán.
B- Improvisa a menudo. Aunque sus discursos estén preparados de antemano, Trump es dado a improvisar algunas partes en directo. Lo podrás ver cuando usa digresiones o cuando bromea con alguien del público.
C- No usa notas o telemprompter -el aparato en el que aparece el texto que debería seguir el orador-. De hecho, en varias ocasiones ha afirmado odiar el telempromter.
2. Domina la retórica: paralipsis, anáfora e hipérbole
Sus intervenciones públicas están plagadas de figuras retóricas. Usarlas le ayuda a dar más impacto a su mensaje y añaden belleza a lo que dice. Una de las más frecuentes es la paralipsis.
Tal vez te hayas dado cuenta que Trump suele atacar a sus rivales sin piedad. Pero lo hace con cuidado y de una forma mezquina usando la paralipsis.
Esta figura retórica consiste en afirmar que no se va a decir algo cuando, de hecho, se está aprovechando para decirlo.
Como buen político americano, no puede dejar de usar la anáfora: la repetición de el mismo inicio en frases distintas. A su predecesor, Barack Obama, le encantaba y él no podría ser menos.
Por último, el republicano es muy dado a exagerar su mensaje. Seguramente lo hayas visto en algún noticiero diciendo alguna barbaridad. Coge un hecho y lo exagera para llamar la atención. Ese recurso es conocido como hipérbole.
3. Repite sin cesar sus mensajes clave
Trump tiene unos mensajes estudiados y no se cansa de repetirlos. Algunos son abstractos o incluso irrealizables, pero le funcionan. Es lo que su gente quiere oír.
Tal vez te suene aquello de: make America great again, we’ll gonna build a Wall, we’ll bring manufacturing jobs back…
La repetición es una de las estrategias científicamente demostradas para que tu mensaje sea más fácilmente recordado. Pero no tienes que repetir sin ton ni son sino elegir las palabras y las pausas adecuadas. Y él elige bien.
4. Domina la regla de tres o tricolon
Las reglas de tres o tricolon añaden magia a tu presentación. Trump lo sabe y las usa a menudo.
El tricolon consiste en enumerar tres elementos cuando se está hablando de cualquier cosa. Pueden ser adjetivos, palabras, frases, etc.
En su discurso inaugural, Trump hizo un buen puñado. He escogido un par para ilustrarlo.
Otra variante del tricolon es la que incluye contrastes entre frase y frase. El tricolon con contrastes que verás a continuación parece estar inspirado en el famoso discurso de Bobby Kennedy sobre el peligro de medir la felicidad y el desarrollo con el PIB.
5. Usa lenguaje vago
Una de las cosas que más me gustaron cuando aprendí PNL es el concepto de lenguaje vago. El lenguaje vago hace referencia a esas frases que son lo suficientemente abstractas para que el oyente las complemente con sus propios pensamientos o creencias. Milton Eriksson lo usaba para hipnotizar a sus pacientes y Donald Trump lo usa para que sus oyentes crean que está diciendo lo que quieren oír.
Todo esto le ha servido a Donald Trump para tener un discurso reconocible y defendido por millones de personas. Le ha servido para imponerse a sus rivales y ganar las elecciones.
¿Le servirá para mantenerlo?