Una de las técnicas para hablar en público más infravaloradas es el uso del lenguaje simple. Algunos ponentes prefieren usar tecnicismos, palabras rebuscadas y piruetas verbales para demostrar que son unos expertos en el tema y ganar así autoridad.

Sí, puede que piensen que eres un experto, pero no lograrás conectar con ellos.

Una frase de William Butler lo define muy bien.

«Piensa como un hombre sabio, pero comunícate en el lenguaje de la gente».

 

Uno de los principales deseos de los ponentes es agradar y ofrecer una imagen de profesionalidad. 

Cuando sales al escenario quieres que la gente piense que sabes de lo que hablas y que además, les guste aquello que van a escuchar y es normal, no tienes porqué avergonzarte, ni esconderlo, ni preocuparte. De hecho la evolución nos hizo así, porque el hecho de agradar siempre ha significado tener más probabilidades de supervivencia, tanto por obtener protección al ser aceptado por el grupo como por aumentar la facilidad para conseguir alimentos.

“Al hablar en público, es natural desear que la audiencia disfrute de lo que se va a decir y que te vean como alguien competente. Razón de más para utilizar un lenguaje simple”.

Principal problema a la hora de transmitir

¿Cuál es el problema? Que en su afán por agradar, algunos ponentes cometen uno de los fallos más repetidos en todas las ponencias, ¿sabes cuál es? En 10 segundos te lo cuento. 

Hace 10 segundos, te comentaba que no debes preocuparte si sientes que te gustaría agradar. De hecho, si ahora mismo me preguntas, a mí me gustaría que lo que estás viendo te guste. Me gustaría que pensases, ostras, este tío sabe de lo que habla y lo que está comentando me resulta interesante. Aunque también podría decir… 

Si en estos mismos instantes, mientras realizo la grabación de este pequeño proyecto, me interpelases sobre la intención de agrado, reflexiono y me doy cuenta de que me gustaría que disfrutases con la visualización del mismo. Me satisfaría que pensases que soy una autoridad en mi campo de conocimiento y que recibieses la divulgación de este contenido con sumo interés. 

“El problema y el error en el que la mayoría de ponentes caen, es intentar agradar de una manera forzada. Por eso te voy a mostrar cómo uso un lenguaje simple y natural”.

Ahora sí. Te enseño el lenguaje simple

¿Qué? ¿Pero qué es esto? Esta última perorata que has escuchado viene a decir lo mismo que el párrafo anterior, pero de manera mucho más rebuscada. He sustituido el lenguaje sencillo, por lenguaje rebuscado. Y ese es precisamente el error que se comete en miles de ponencias cada día. Porque hay algunos ponentes que todavía creen que usar lenguaje rebuscado va a dejar una mayor sensación de profesionalidad. 

Pero no es así, lo único que consigues al usar este tipo de lenguaje es frenar la comunicación, es crear una barrera entre tú, tu mensaje y la audiencia, que hace que lo que digas se reciba más difícilmente. 

“No caigas en el tópico de sustituir el lenguaje simple o un lenguaje complicado, que suene artificial. No por usar este último vas a parecer más profesional”.

Conclusión

Si tú eres uno de esos que todavía cree que el lenguaje rebuscado va a dejar una mejor o una mayor sensación de profesionalidad, te voy a decir una cosa, no estás ahí dando esa charla porque seas alto, guapo o rico, estás ahí dando esa charla porque tienes algo importante que decir. 

Es normal que quieras agradar. Sí, es normal. Pero lo que no es normal es que conviertas esas sensaciones, o esa búsqueda de agrado, en el eje central de tu charla. Lo que tienes que hacer es centrarte en tu mensaje. Y para ello no hay mejor sugerencia que la que nos dio William Butler. 

“Piensa como un hombre sabio, pero comunícate en el lenguaje de la gente”.
William Butler Yeats.

No digas, en la calma que produce inhalar un cilindro ardiente en el sosiego postcoital. Di, no hay nada como fumarse un cigarrito después de practicar sexo. 

Nadie pensará que eres un mal profesional por usar un lenguaje sencillo y comprensible. 

Así que, baja de las nubes, olvídate de las piruetas verbales y haz caso a William Butler, que él sabía de lo que hablaba.

“No te compliques, ni a tu público. Proyecta tu conocimiento con un lenguaje simple, el lenguaje de la gente. Las personas quieren escucharte, pero también entenderte 😉 ”.

Y recuerda…

La clave está en la confianza y en combinar de manera correcta el lenguaje verbal y no verbal. Aquí te dejo este recurso sobre cómo mantener el contacto visual.

Si necesitas saber más acerca de técnicas para hablar en público, y el lenguaje simple, no dudes en contactar conmigo y pondremos la solución perfecta a tus dudas o consigue ya mi libro “Cómo perder el miedo a hablar en público y demostrarles lo que vales”

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