“La honestidad es el primer capítulo en el libro de la sabiduría.”


Thomas Jefferson

Nunca nos enseñaron a presentar. Algunos tuvieron la suerte de hacer presentaciones. Otros afortunados, de hacerlas a menudo. Pero a ninguno le enseñaron cómo hacerlas.

Aun así, te exigen como si así fuese.

Y esperan que lo hagas bien.

Es como lanzar al mar a alguien sin haberle enseñado a nadar y, al ver que se hunde, pensar que es lamentable que en nuestro país se nade tan mal.

Los Terremotos


Si yo te pido que hagas una presentación sobre los Terremotos, es muy probable que enfocases el trabajo así.

  • Definición de terremoto
  • Clasificaciones de los terremotos en función de su fuerza
  • La escala de Richter
  • Terremotos históricos
  • Causas de los terremotos
  • Efectos de los terremotos

Sería una más de las presentaciones grises y genéricas que hay por el Globo. Una de las que te hace sacar el teléfono para gestionar el correo o leer el periódico.

Y eso es porque le falta algo

Nuestra humanidad


Mi suegro se compró un golf sportsvan hace cuatro años. Techo panorámico, 150 CV y todos los extras que existían en ese momento.

Hace poco me decía:

-Creo que me voy a cambiar el coche. He estado mirando un Nissan Qashqai

-Pero si hace poco que tienes el Sportsvan ¿no? ¿No estás contento?

-Sí, sí. A mí me encanta, pero si lo vendo ahora puedo conseguir un buen precio y así el coche nuevo me sale más barato.

No me parecía un argumento racional así que no insistí por esa vía.

Al cabo de una semana me comentó que no iba a vender el coche. Que el que tenía estaba muy bien, tenía pocos kilómetros y, además, ahora que estaba jubilado, conduciría menos.

No lo necesitaba.

Le dije que me parecía una buena decisión, que yo hubiese hecho lo mismo.

Ayer, me llamó:

-Nacho, ¿cuál era la app con la que vendiste tu coche?

-Vaya, ¿al final quieres venderlo?

-Nahh, es solo para ver cuánto puedo sacar.

-Ya…

La lógica y la emoción


Era la representación de la clásica lucha entre lo racional y lo emocional.

Lo racional dice que no hace falta, lo emocional que el coche nuevo es una pasada y que, además, te lo mereces.

Los hermanos Heath lo explican muy bien en su libro “Switch: Cómo cambiar las cosas cuando el cambio es difícil.”

Los humanos vivimos en un constante conflicto entre lo racional y lo emocional. A veces gana uno, a veces gana el otro. Pero cuando luchan, lo emocional tira con más  fuerza.

Si esto pasa en la vida real,  ¿por qué crees que no pasará en tu presentación?

¿Crees que tu próxima presentación se debería centrar en los datos, los números y las estadísticas y dejar de lado la emoción?

¿Crees que es deshonesto apelar a la emoción en una presentación?

Lo que creo que es deshonesto es no aceptar la naturaleza humana. Nuestras decisiones se ven influidas tanto por lo racional como por lo emocional. ¿Por qué no incluir ambas vertientes en tu presentación, entonces?

Piensa en las últimas decisiones que tomaste.

¿Por qué te compraste ese coche?

Aunque te digas que las prestaciones eran muy buenas y el precio razonable, es probable que el diseño fuese lo que más influyó.

¿Por qué saliste a cenar la semana pasada?  

Aunque en ese restaurante se come muy bien, apuesto a que no había nada racional tras esa decisión.

¿Por qué te enamoraste?

Bueno, en este caso es probable que antes de decidirte analizaras las virtudes y los defectos de tu objetivo e hicieras un algoritmo que explicase su compatibilidad contigo, ¿verdad?

El trípode que te hará triunfar


Aristóteles decía que se necesitan tres elementos para que un discurso sea efectivo.

  • Ethos: credibilidad
  • Logos: lógica
  • Pathos: emoción.

Si lo que cuentas tiene lógica y emoción, pero tú no tienes credibilidad, puede que la gente no le dé importancia a lo que dices.

Si tienes credibilidad y lo que cuentas posee carga emocional pero no atiendes a argumentos lógicos, puede que la gente desconfíe de lo que les cuentas.  

Si tienes credibilidad y tus argumentos poseen lógica pero no hay emoción, tu audiencia estará de acuerdo con lo que dices, pero no provocarás ningún cambio en ellos.

Para que te crean, confíen en ti y, además, hagan lo que les estás diciendo, necesitas los tres elementos.

La realidad es que la mayoría de los ponentes tienen credibilidad, la mayoría de presentaciones tienen lógica, pero muy pocas generan emociones.

Si quieres que tu presentación sea efectiva, no olvides tener en cuenta esta última parte. Si no sabes cómo crearla, aquí hay algunos trucos

Y si todavía crees que es deshonesto apelar a las emociones en una presentación puede que el que no sea honesto consigo mismo seas tú.

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