Desde pequeñito te dijeron que los Reyes Magos existían. Que si no te portabas bien vendría el hombre del saco. Que el ratoncito Pérez recogía tu diente caído y te dejaba algo a cambio bajo la almohada.
 

Ahora te parece gracioso pero en aquél entonces te lo creías.
 

Han pasado ya unos cuantos años pero aún siguen contándote cosas que no son ciertas.
 

“Tenías averiada la junta de la trócola. Son 340€.”

“Nadie del partido sabía nada. Es un caso de corrupción aislado.”

“Llámame en 10 minutos. Ahora estoy reunido.”
 

Y no se quedan ahí. Hoy te traigo 10 mentiras muy arraigadas sobre el mundo de la oratoria. 10 errores que es probable que aún cometas. 10 clásicos que seguro has visto u oído.

 
 

 

Te mintieron. TOP 10 mentiras sobre hablar en público.

 

1. Empieza agradeciendo a los organizadores del evento la oportunidad de dar esa conferencia

 
¿Si todo el mundo lo hace será por algo, no?

Hace 20 años no recogíamos las boñigas de nuestros perros y nos parecía bien. Hoy no. Ya no.

No creas que lo que hace todo el mundo está bien. De lo contrario corres el riesgo de convertirte en uno de los monos de esta historia.

 

Si eres de los que empieza así pregúntate por qué.

Si la respuesta es:

– para ser educado y dar las gracias

Me temo que estás equivocado.  Si quieres agradecerle a alguien esa oportunidad seguro que encuentras un momento antes de la charla. O después.

¿Que lo que quieres es que todo el mundo vea que estás dando las gracias? Eso es otra cosa.

Sobre el postureo hablaremos otro día. O entra en Facebook ahora y aprende qué es en dos minutos.

No malgastes la apertura con agradecimientos. Si quieres saber cómo empezar un discurso aquí tienes tres ideas.

 

 
 

2. Si quieres que te vean como una autoridad, usa argot

 

Si estás hablando sobre un tema delante de varias personas existe una alta probabilidad que sepas más sobre ese tema que, digamos, el 80% de la audiencia.  Tu misión es transmitir conocimiento y, a ser posible, que éste se mantenga en los cerebros del público durante mucho tiempo.  Usar argot o palabras demasiado técnicas va en la dirección opuesta. No es una técnica para hablar en público sino un error frecuente. Cuanto más compleja sea tu charla menos la entenderán.

 

Si buscas ganar credibilidad y autoridad puedes usar uno de estos 10 trucosCuando prepares tu exposición oral haz caso a William Butler que decía: “Piensa como un hombre sabio pero comunícate en el lenguaje de la gente”.

 
 

3. No uses humor. Esta presentación es de trabajo

 
Hemos vivido -y lo seguimos haciendo- bajo un paradigma que asocia ser profesional con ser serio.  Y no.

 
¿Puedes ser serio y ser profesional? Sin duda.

¿Puedes ser divertido y profesional? También.
 

¿A quién crees que prefiere la gente?

 

Siguiente pregunta.
 

Si quieres usar humor y no sabes cómo aquí hay 3 sencillos trucos.

 
 

4. Un buen orador es el que sabe improvisar

 
Espera, no me lo digas. Conoces a alguien que no se prepara las charlas y le salen de maravilla, ¿verdad?

Una cosa es no tener miedo escénico y saber hablar de manera fluida y otra distinta estructurar un mensaje para que llegue a la audiencia.
 

Todos sabemos hablar en público sin nervios. Se llama sobremesa.
 

Escoger una idea, filtrarla, decidir cómo presentarla, usar los ejemplos adecuados, elegir la analogía más acertada o cerrar de manera impactante son acciones que tienen su grado de dificultad y no es fácil improvisarlas.
 

A Mark Twain se le atribuye esta frase: “Si quieres que hable durante 5 minutos necesito una semana para prepararme. Si quieres que hable durante una hora estoy listo ahora mismo.”

 
El buen orador no improvisa. Prepara.

 
 

5. ¿Quieres perder el miedo a hablar en público? Imagínate al público en pelotas

 
Por favor, si lees esto y sabes de dónde ha salido este consejo para hablar en público me encantaría que me lo dijeses.  Llevo años intentado averiguarlo y lo más lejos que he llegado es al rumor que es una de las técnicas para hablar en público que usaba Winston Churchill.
 

La teoría dice que, al verlos desnudos, tu mente supondrá una situación de superioridad y el pánico escénico desaparecerá.

La práctica no estoy seguro de que funcione tan bien.

 

No sé tú pero si me imagino a mi público en pelotas no me fijaré en los tobillos. If you know what I mean.

 
 

6. Si practicas, hazlo siempre delante del espejo

 
Hablaré por mí y debes tener en cuenta que soy un hombre así que probablemente esté incapacitado genéticamente para hacer dos cosas a la vez.
 

Ensayar delante del espejo no ayuda.

Es difícil recordar lo que debes decir, prestar atención a cómo lo dices y fijarte además en tu lenguaje no verbal para tratar de mejorarlo.
 

Difícil y desconcertante.
 

Ensaya en frente de una pared o en un espacio abierto y céntrate en el contenido o en tu lenguaje no verbal. Verás cómo aprovechas mucho más los ensayos.

 

 
 

7. Di que estás nervioso, de todos modos van a verlo

 
Puede que algún día cometieses alguna infracción con el coche. ¿Fuiste corriendo a comisaría a informarles de que te saltaste un ceda el paso?
 

Cuando salgas a exponer puede que tus manos tiemblen, tus pulsaciones suban y tu sensación sea de desasosiego. Sí. Pero ¿sabes qué? El 90% de tu público no se dará cuenta.

En cambio, si les avisas de que estás nervioso van a observar cada detalle con lupa en busca de la confirmación. Y la encontrarán.

 
Piensa en tu público como en la policía. Si te descubren les aplaudes. Pero no les vas a invitar a que te sigan todo el trayecto para ver si te saltas un semáforo, un stop o excedes el límite de velocidad.

 
 

8. No controles el tiempo, el moderador te avisará cuando te acerques al límite

 

Controlar el tiempo es un ejemplo de respeto hacia el público, hacia otros oradores con los que compartes evento y hacia los organizadores.

Pero casi más importante, es un elemento que te ayuda a ceñirte a lo que tienes que contar y no te deja divagar como si fuese una sobremesa. Si tienes 20 minutos, sabes que no podrás decir muchas más de 3.000 palabras –a no ser que seas Emilio Duró

Cuando no controlas el tiempo pueden pasar dos cosas y las dos son malas para tu presentación.

1-Te entretienes demasiado y el moderador te avisa de que sólo quedan cinco minutos a lo que respondes con un: “madre mía” mental y aceleras el ritmo para intentar cubrir todo el material que tenías preparado.

2-Acabas antes de tiempo y empiezas un turno de ruegos y preguntas que no será la mejor manera de finalizar.

Mide y controla el tiempo. Todos se beneficiarán.

 
 

9. Para hacer una presentación hay que preparar un PowerPoint

 
Los Powerpoints en presentaciones deberían ser una opción no una obligación. Se puede hacer una presentación sin Powerpoint del mismo modo que puedes llegar al centro sin coger el coche.

Siempre hay alternativas.

Y la primera es hacer tu presentación SIN Powerpoint.

Si piensas que sin tu ppt estás muerto, que necesitas las diapositivas para poder dar la charla, quizá te interese leer esto.

 

 

10. La última diapositiva tiene que ser una cara sonriente con el logo de la empresa y un ¡muchas gracias!

 
Hmmmm. No.
 

 

¿Alguna otra mentira que hayas oído por ahí?

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